17 de diciembre de 2008

Con la novela en la mochila

Vuelvo al frío, con los míos. Seguiré escribiendo desde allí.

12 de diciembre de 2008

Sobre los sentidos

Dice Diane Ackerman en Una historia natural de los sentidos que una de las pruebas de maestría para un escritor es la capacidad para describir olores. El olfato, desde luego, influye en las personas mucho más de lo que podríamos pensar a simple vista (bueno, a simple olfato). En su libro, publicado en 1990, Ackerman ofrece un completo repaso al mundo de los sentidos, dedicando una parte a cada uno de ellos (añade una sexta parte que habla de la sinestesia).
Se trata de un libro muy interesante y atractivo, repleto de historias, curiosidades y reflexiones sobre lo que olemos, lo que vemos, lo que tocamos. Es decir, que habla de aquello que nos hace comunicarnos con el exterior, no hay modo de comprender el mundo sin detectarlo antes con el radar de los sentidos. Somos capaces de aumentar sus capacidades, mediante un microscopio, un audífono, una lupa, pero lo que esté fuera del alcance de nuestros sentidos quedará relegado necesariamente a la ignorancia. Y esto es algo de lo que un escritor tiene que tomar muy buena nota.
Una de las historias que se nombran en el libro es la de la conocida Helen Keller, citada por la autora al comienzo del primer capítulo:

El olfato es un hechicero poderoso que nos transporta miles de kilómetros y hacia todos los años que hayamos vivido. Los olores de las frutas me llevan de golpe a mi casa en el sur, a mis juegos infantiles en el huerto de melocotoneros. Otros olores, instantáneos y fugaces, hacen que mi corazón se dilate de alegría o se contraiga con el recuerdo de un dolor. Con sólo pensar en olores, mi nariz se llena de aromas que despiertan dulces recuerdos de veranos antiguos y campos maduros a lo lejos.



Helen Keller fue una niña –nacida en 1880- que debido a unas fiebres que tuvo con diecinueve meses se quedo ciega, sorda y muda, con lo que su capacidad de comunicarse con el mundo se redujo angustiosamente. Años después escribiría en su autobiografía, titulada The store of mi life lo siguiente: El día más importante de mi vida fue aquel en que mi maestra me conoció. Se refiere a Ann Sullivan, una institutriz que fue clave en su desarrollo y que interpretó con acierto Anne Bancroft (se llevó el Óscar) en El milagro de Ana Sullivan (The miracle worker), la película que Arthur Penn rodó en 1962 basándose en la versión teatral que él mismo había dirigido antes (tanto la obra como la película fueron escritas por William Gibson), y que a su vez estaba inspirada en la autobiografía de Keller. De la vida se pasó a la literatura, de literatura al teatro y del teatro al cine (¿para cuándo el videojuego?). Perdón.




El libro de Ackerman incluye muchas referencias a escritores, en lo que respecta a su especial relación con los sentidos o la inspiración. Schiller, por ejemplo, guardaba manzanas podridas bajo la tapa de su escritorio e inhalaba su olor ácido cuando necesitaba encontrar la palabra justa (muchos años después, en la Universidad de Yale, descubrieron que el olor de las manzanas pasadas tiene un poderoso efecto positivo sobre las personas, y puede evitar ataques de pánico). Sobre el tema de la concentración y las manías de los escritores, dice Stephen Spender en La confección de un poema:

Siempre hay una ligera tendencia del cuerpo a sabotear la atención de la mente proporcionando alguna distracción. Si esta necesidad puede ser digerida en una dirección (como el olor de las manzanas podridas o el sabor del tabaco o el té), entonces las otras distracciones son eliminadas. Otra posible explicación es que el esfuerzo concentrado que supone escribir es una actividad espiritual que hace que se olvide completamente, por el momento, que se tiene un cuerpo. Es una perturbación del equilibrio del cuerpo y la mente, y por ese motivo se necesita una suerte de ancla de sensación en el mundo físico.

Una curiosidad para terminar. Cuando yo lo leí, hace años, sentí una especie de sorpresa inquietante: apenas un 20% de los ingresos de la industria de la perfumería proviene de perfumes para personas; el otro 80% procede de los perfumes destinados a los objetos entre los que vivimos. En la calle 57 con la décima avenida (quizás hayan cambiado de dirección), en Nueva Cork, hay una empresa que alberga a las mejores narices del mundo (el edificio es conocido dentro del mundillo como el IFF –International Flavors and Fragances). Su misión: crear los aromas que nos influyen y persuaden a diario sin que nos demos cuenta. La mayoría de las colonias que usamos, tanto las masculinas como las femeninas, salen de allí. Pero también ese tufo a “McDonalds” que nos invade al caminar por una gran avenida, el olor “a pastel recién hecho” en la cocina de una casa que tratan de vendernos, el olor a coche nuevo en uno que es de segunda mano o ese agradable olor a comida que se expande por unos grandes almacenes gracias al aire acondicionado cuando es la hora de comer y que nos induce a tomarnos algo en el restaurante. ¿Por el aire acondicionado? Inquietante… ¿Estamos seguros de que las cosas que nos apetecen realmente nos apetecen por que queremos nosotros? ¿Somos conscientes de que hay muchas personas que se ganan la vida influyendo en nosotros sin que reparemos en ello? De todo esto habla también en cierta manera –y perdón por citarme- la entrada Los placeres del espíritu…consumista.
Una historia natural de los sentidos supone una deliciosa panoplia de historias muy curiosas e interesantes que hacen su lectura amena y muy recomendable porque abre los sentidos, que son los encargados de recopilar la información que llega a nuestra mente. Y como escribió Wendell Holmes, una mente que se expande hacia una idea nueva nunca vuelve a su dimensión original. Luego expandamos.

7 de diciembre de 2008

Hacia Lisboa

Me entero en la presentación del primer libro de cuentos de Yago Moliní (he tenido el placer de escribir el prólogo) que el El abrazo de piedra va a viajar en tren hacia Lisboa gracias a Pepe, un hombre encantador al que he conocido hoy. Puedo imaginarlo sentado en el tren, con mi libro en las manos y una sonrisa en la cara. Me ha preguntado qué me parecía si al llegar a Lisboa dejaba el libro en alguna biblioteca, en un banco, en un café. Le he contestado que me parecía una idea maravillosa. Y de camino a casa me he planteado si acaso no escribí esos cuentos sólo para que algún día Pepe se los llevara con él en ese tren hacia Lisboa. Creo que sí.
Buen viaje.

3 de diciembre de 2008

Las citas

Así como Godard decía que quería hacer películas de ficción que fueran como documentales y documentales que fueran como películas de ficción, yo he escrito –o pretendido escribir- narraciones autobiograficas que son como ensayos y ensayos que son como narraciones. Y tanto en unas como en otras he insertado mis citas. Decía Susan Sontag en el prólogo del admirable –hoy bastante extraviado- libro Vudú Urbano de Edgardo Cozarinsky, un pionero y gran experto en incluir citas en sus relatos: “Su derroche de citas en forma de epígrafes me hace pensar en aquellos films de Godard que estaban sembrados de citas. En el sentido en que Godard, director cinéfilo, hacía sus films a partir de y sobre su enamoramiento con el cine, Cozarinsky ha hecho un libro a partir de y sobre su enamoramiento con ciertos libros”.

Me formé en la era de Godard. Lo que le había visto hacer a éste y a otros cineastas de los 60 lo asimilé con tanta naturalidad que después, cuando alguien me reprochaba, por ejemplo, la incorporación de citas a mis novelas, me quedaba asustado de la ignorancia del que reprochaba aquello en el fondo tan normal para mí. A fin de cuentas, poner una cita –como bien sabía Sterne y yo sabía ya entonces- es como lanzar una bengala de aviso y requerir cómplices. Me sorprendía encontrar tarugos que veían con malos ojos lo que yo siempre había visto con mi mejor mirada: esas líneas ajenas que uno incluye con uno u otro, o ningun propósito, en el texto propio.

Pienso con Fernando Savater que las personas que no comprenden el encanto de las citas suelen ser las mismas que no entienden lo justo, equitativo y necesario de la originalidad. Porque donde se puede y se debe ser verdaderamente original es al citar. Por eso algunos de los escritores más auténticamente originales del siglo pasado, como Walter Benjamin o Norman O. Brown, se propusieron (y el segundo llevó en Love´s Body su proyecto a cabo) libros que no estuvieran compuestos más que de citas, es decir, que fuesen realmente originales...

Y también creo con Savater que los maniáticos anticitas están abocados a los destinos menos deseables para un escritor: el casticismo y la ocurrencia, es decir, las dos peores variantes del tópico: “Citar es respirar literatura para no ahogarse entre los tópicos castizos y ocurrentes que se le vienen a uno a la pluma cuando nos empeñamos en esa vulgaridad suprema de no deberle nada a nadie. En el fondo, quien no cita no hace más que repetir pero sin saberlo ni elegirlo...”.

Texto escrito por Vila-Matas (o no) en su web (o la web que lleva su nombre), e incluído en Dietario Voluble, recientemente publicado por Anagrama.

Supongo que no le importará que le cite, incluso me atrevería a asegurarlo. Y si tiene alguna queja la incluirá en un texto de su próximo libro, y de esa forma seré yo el citado y el círculo se cerrará. Todo muy vilamatiano, incluído el juego de este post.


29 de noviembre de 2008

El rodaje de una joven actriz

Una casa de campo cercana a Versalles, verano de 1967. En una misma mesa comen un hombre con aspecto viejo y respetable, con el pelo blanco, y un hombre más joven que el anterior. Les acompañan a la mesa los anfitriones de la casa, de quienes son invitados, quizás huéspedes, y algunas personas más. El hombre más viejo parece resignado con la aduladora presencia del más joven, que en ese momento dice estar rodando una película llamada Pierrot el loco, precisamente mientras el otro rueda, a las afueras de la casa, los exteriores de su Al azar Baltasar. El hombre más viejo es Robert Bresson, el más joven Jean-Luc Godard. Y una de las personas que asiste divertida al encuentro entre ambos genios es una joven actriz llamada Anne.

Para esa joven, que deslumbró a Bresson –igual que anteriores protagonistas lo hicieron- aquel rodaje era el primero de su vida, porque ni tan siquiera se había planteado una carrera como intérprete antes de conocer a aquel hombre por medio de una amiga que se empeñó en presentarlos.

Ahora esa joven actriz es también escritora, galardonada con varios premios en Francia. Y en una novela corta escrita con sensibilidad y sencillez nos cuenta cómo fue aquel rodaje y aquellos días de verano en los que se transformó en una mujer consciente del poder que adquiría al darse cuenta de que, efectivamente, existía. Además, para los amantes de Bresson, Wiazemsky les regala un retrato íntimo –mucho más cercano a la realidad que a la ficción- del director y de la particular y posesiva relación que mantuvo con él durante aquel rodaje.

Para Anne, la escritora, la nieta de FranÇois Mauriac, aquel verano quedará siempre en el recuerdo, porque allí conoció sin saberlo a quien sería su marido años después: Jean-Luc Godard. Las primeras palabras que le dijo fueron:

- ¿Y usted, señorita?


La joven
Anne Wiazemsky
El Aleph Editores
2008

28 de noviembre de 2008

Un poquito de Kakfa



...la palabra final debe sobrevivir en el corazón sobre las ruinas de toda la anécdota.

...se hizo evidente en mi organismo que la literatura era la manifestación más productiva (sic) de mi personalidad.

Al volver a casa después de la despedida, arrepentimiento por mi falsedad y dolor por la inevitabilidad de la misma.

He repasado unos viejos papeles. Uno necesita de todas sus energías para soportar semejante cosa. La desdicha que hay que soportar al interrumpir un trabajo que sólo puede tener éxito cuando se hace de una sóla titrada; esto es lo que siempre me ha sucedido hasta ahora, y hay que pasar por esta desdicha con tantos apuros, aunque no con la antigua intensidad, cuando uno lo relee todo.

...me aferro a mi novela.

..."La condena", la he escrito de un tirón, durante la noche del 22 al 23, entre las diez de la noche y las diez de la mañana.

...conmovido como sólo lo estoy cuando escribo. ¡Si pudiera ser así con todo el mundo por mediación de mi mujer! Pero, ¿no sería esto en detrimento de la literatura? ¡Eso sí que no!

Sólo el deseo de morir y el hecho de seguir resistiendo todavía, sólo eso es amor.


Kakfa empezó a escribir sus diarios con veintisiete años, y ya no paró nunca, a pesar de que una de las frases más habituales en sus páginas sea "Hoy no he escrito nada". En vida publicó varios cuentos, entre ellos "La transformación" (por lo visto mal traducida hasta ahora como "La metamorfosis"). Pero no fue hasta un año después de morir cuando su amigo Max Brod, contraviniendo la voluntad (nunca sabremos si era verdadera) de Kakfa de quemar todos sus manuscritos, publicó las tres novelas -inacabadas- que conocemos hoy en día del escritor checo: "El proceso", "El desaparecido" (así quería titularla Kakfa, aunque Brod la editó con el título de "América") y "El castillo".

21 de noviembre de 2008

Pensemos, que además adelgaza

Es más fácil creer que pensar, de ahí que haya más creyentes.

Ernst Fischer, filósofo austriaco




20 de noviembre de 2008

Un proyecto atractivo



He conocido a Tavares a través de Vila-Matas (no es el primer libro o escritor a los que llego gracias a él), que se ha erigido en su padrino literario en España. Por el momento he leído El señor Valéry y El señor Brecht, dos de los tres libros que hasta el momento se han editado en Mondadori (el otro es El señor Henri) de este escritor nacido en Angola y educado en Portugal que se llama GonÇalo M. Tavares. Pertenece a esa nueva hornada de novelistas portugueses –inagotable la literatura lusa de calidad- que son también poetas y periodistas, como José Luis Peixoto o Jorge Marmelo, entre otros.

El proyecto conocido como “El barrio” o “El barrio de los artistas” es paralelo a sus novelas, un proyecto largo, muy loco, utópico, en el que lo que preocupa al autor no son los datos más o menos biográficos de las vidas de los escritores, sino el tono de su escritura o los temas que escogían. De esta forma Tavares quiere homenajear a aquellos que más influyeron en él, juntándoles en un barrio imaginario que huele a Chiado literario, la idea es hacer una historia de la literatura desde la ficción. Después de Bertold Brecht, Paul Valéry y Henri Michaux nos esperan los señores Breton, Melville, Cortázar, Virginia Woolf, Corbusier, Lorca, Wittgenstein, Beckett, Foucault y una larga lista que hacen de este proyecto una novedad original y atractiva.

Detrás de la aparente sencillez de los libros –la edición parece la de un libro infantil, en el texto se intercalan dibujos realizados por la mujer de Tavares, la estructura se basa en capítulos muy cortos y ninguno llega a las cien páginas- se esconde una segunda lectura que da lugar a hondas reflexiones sobre temas como la literatura, la filosofía, la belleza.

Os dejo con un capítulo de El señor Brecht

AVERÍA

Debido a un incomprensible cortocircuito eléctrico, el que se electrocutó fue el funcionario que bajó la palanca y no el criminal que se encontraba sentado en la silla.

Como no hubo manera de solucionar la avería, en las ejecuciones siguientes el funcionario del gobierno se sentaba en la silla eléctrica y era el criminal quien se encargaba de bajar la palanca mortal.



16 de noviembre de 2008

Vivir

Le preguntan a Ray Loriga en un programa de televisión por qué merece la pena vivir. Y contesta:

- Porque el plan B tiene una pinta malísima.

3 de noviembre de 2008

La felicidad

Woody Allen en Hannah y sus hermanas:

“Era feliz, pero no sabía que lo era”.

Borges en “Los Conjurados”:

“"Al cabo de los años he observado que la belleza, como la felicidad, es frecuente. No pasa un día en que no estemos, un instante, en el paraíso.”.

Quizás la felicidad es una utopía necesaria. Un equilibrio total e inalcanzable, un objetivo ficticio, un acto de fe, de voluntad. No se trataría de lograr ese equilibrio imposible, sino de estar lo menos desequilibrados que podamos.


28 de octubre de 2008

La última novela de Kundera



Así es, Milán Kundera tiene nueva novela, y nadie lo sabía. Aún no la ha escrito, o quizás esté escrita entre las páginas de todas las que ha publicado. Esa novela en apariencia invisible y que contiene los silencios de un escritor, todo lo que cuenta sin contarlo. El tema de esta, recurrente en casi todos los escritores, es el pasado.

Puede que nunca sepamos la realidad de lo que pasó, aunque yo tengo mi versión, ficticia, por supuesto. Pero antes recapitulemos para los que no conozcan el caso. El lunes 13 de octubre el semanario checo Respeckt, al parecer una de las revistas checas con mayor prestigio, publica una noticia en la que acusa a Kundera de delatar a un tal Miroslav Dvoracek a la policía comunista en 1950, cuando el escritor tenía veinte años. Como consecuencia del chivatazo, Dvoracek fue detenido y condenado a pena de muerte. Finalmente cumplió veintidós años de cárcel y trabajos forzados en una de esas minas de uranio a las que fueron condenados tantos presos políticos en aquella época. Durante todos estos años vivió -ahora en Suecia- con la convicción de que la delatora que lo privó de libertad fue Iva Militká, la chica que lo había acogido en su habitación de la residencia de estudiantes -situada en el barrio praguense de Dejvice y de la que Kundera era delegado- el día de la detención. La fuente de esta información, que cita el propio semanario checo que destapa el caso Kundera sin confrontarla previamente con la opinión del literato, es un informe del Instituto para la Investigación del Régimen Totalitario en Praga, un informe que no está firmado por Kundera y que no incluye número identificativo alguno, sólo la fecha de nacimiento. Este instituto, por lo visto y leído, se fundó para estudiar el funcionamiento interno de los totalitarismos y hasta ahora sólo se ha dedicado a buscar revelaciones escandalosas sobre personas que luego han resultado ser inocentes. A este respecto, el vicepresidente del gobierno checo ha dicho que sería preciso fijar unas reglas para el instituto que concreten quién es la autoridad que dice lo que se puede publicar. El líder de la oposición ha asegurado que eliminaría el instituto en caso de ganar las próximas elecciones legislativas, "trasladaremos esta labor histórica a los científicos, ya que no debe ser susceptible de politización".


Kundera, desde su casa a las afueras de París – donde vive desde que le negaran la nacionalidad checa- y en forma de comunicado de prensa, desmiente la noticia y dice que no conoció siquiera al estudiante que supuestamente delató según el semanario Respeckt.

Esto es lo que publican los principales periódicos españoles en páginas visibles de sus respectivas secciones culturales los días trece y catorce de octubre. Y lo curioso, aunque cada vez lo es menos, es que todos ofrecen titulares de lo más llamativos –léase sensacionalistas- con la excepción, que yo sepa, de El Mundo, que al menos incluye en el titular que Kundera desmentía la acusación, aunque el tono del texto posterior es igual de acusatorio. Eso sí, en el cuerpo de la noticia, eso que poca gente lee -y que ni siquiera existe apenas en esos periódicos gratuitos que poco ayudan al buen periodismo de prensa-, se aseguran de incluir al artículo de la revista checa como fuente. Pero no quiero hablar, en este artículo al menos, de los males que aquejan actualmente al periodismo, que en lugar del cuarto poder ahora es un acólito partidista de los que aspiran a él en donde cada medio-grupo defiende los intereses de la opción política que respaldan. Es decir, a perdido su esencia (al final se me ha soltado la tecla…)

Unos días después de que la noticia sorprenda a la mayoría (que pensamos que aquello no nos cuadraba del todo, como cuando no queremos darnos cuenta de que ese gigante fuerte y todopoderoso que era nuestro padre cuando lo mirábamos desde abajo se ha convertido –porque culpa de nuestro crecimiento, no de su debilitación- en un tipo barrigudo y más bajito que nosotros), unos días después, digo, salen nuevas versiones de los hechos.

Una es la de Zdenek Pesata, historiador de literatura checo, que manifiesta a la agencia de noticias CTK que quien delató a Dvoracek no fue Kundera, sino otro Miroslav, un tal Miroslav Dlask, que casualmente es, oh sorpresa, el novio de Iva Militká, la chica que refugió a Dvoracek en la residencia de estudiantes.

Otra versión nueva, que corrobora la anterior y exculpa a Kundera, es la de Václav Havel, escritor que fue presidente checo entre 1989 y 1992. En un artículo publicado en la misma revista que ha desatado la polémica –honra tardía- Havel, desde el conocimiento de la vida bajo un régimen totalitario, exime de culpa a Kundera. Esto, para la escritora checa Monika Zgustova, que ha seguido el caso, debería valer para poner punto y final a la trama.
Y para completar todas las versiones, el jefe del PEN club checo (curiosa fuente), Jiri Dedecek, ha declarado que la acusación ha sido un argumento de marketing excelente, “ahora la gente comprará mucho más los libros de Kundera (esto, lejos de ser malo, es bueno, me digo yo) para descubrir en ellos algunos aspectos de su vida que antes no veía, para que comparen su verdadera vida con sus héroes literarios”. Esto ya no tanto, porque en muchos casos la curiosidad de los lectores se convierte en impertinencia, aunque no lo pretenda.

Estas tres variaciones de la trama inicial no han sido publicadas -o lo han sido pero de una manera desproporcionada a cómo publicaron la noticia original- por casi ninguno de los medios internacionales. Curioso. ¿Qué tienen contra Kundera? A priori, me refiero, antes de que se destapase el “escándalo”. ¿Tan fuerte era su odio por este escritor, que por otra parte, como mis lectores sabéis, es uno de mis favoritos?

Teniendo en cuenta todo esto, y aquí ya entramos en el terreno de la ficción, la historia pudo ocurrir así:

Dvoracek, joven piloto que huyó de Checoslovaquia tres años después de acabada la guerra, sobrevive en un campo de refugiados alemán. Allí es reclutado por el servicio de inteligencia checo, que entonces organizaban los estadounidenses. Su misión: regresar a Praga y ganarse la confianza de un industrial. Dvoracek tiene miedo, no se fía de nadie, no sabe qué país se va a encontrar. Entonces recuerda el nombre de una antigua amiga, Militká. Si ella no lo ayuda nadie lo hará. Militká le ofrece refugiarse en la residencia de estudiantes en la que ella vive. A mediodía, mientras come con su novio Dlask, la chica le cuenta que esa noche no vaya a verla a la residencia, que tiene a Dvoracek oculto. Esa misma noche Dvoracek es detenido.
Pasa el tiempo y Dlask y Militká se casan. Durante sesenta años ninguno de los habla de aquella noche en la que detuvieron a Dvoracek. Hasta que antes de morir, Dlask le indica a su mujer, con un gesto cansado de su mano ya casi inerte, que se acerque a él. Entonces le susurra, nadie más lo escucha, que aquel día de 1950 fue él quien delató al chico que ella metió en su habitación, “se lo dije a Milán, aquel chico que era delegado de la residencia y que ahora es un escritor famoso. Él es el culpable”. Fueron las últimas palabras de Dlask.

Unas palabras que pretendían ocultar que él fue quién delató a Dvoracek, y que lo hizo roído por los celos, y para proteger a su novia –la único que lo ataba a aquel país, a la vida. Para no descubrirse, para que Militká no pensara que era un traidor y lo abandonase, Dlask dio el nombre del delegado de la residencia, un tal Milán Kundera. Por eso la firma del escritor no estaba en aquel documento. Porque no fue él quien traicionó a Dvoracek. Fue Dlask. Y fue por amor.

Toda una novela que el mismo Kundera podría escribir.

De lo que ocurrió en realidad que cada uno saque sus conclusiones.

Artículo: Once escritores, entre ellos varios Nobel, salen en defensa de Kundera (3 de noviembre)

26 de octubre de 2008

Regreso al pasado

De repente son las dos de la madrugada otra vez. Acabo de volver al pasado. Seguiré escribiendo desde aquí.

20 de octubre de 2008

Presentación



El viernes se presenta a las 8 de la tarde el primer libro de Yago Moliní, a quien he tenido el gusto de prologar. Será en el Corral de Esquivel (Alameda de Hércules, 39) y la cosa promete originalidad. Allí os espero a todos los que podáis acercaros.

16 de octubre de 2008

El presente

No goza de lo que tiene
por ansia de lo que espera.

Antonio Machado

8 de octubre de 2008

Anuncios por palabras


OFERTAS DE EMPLEO. Se busca narrador, entre veintitantos y cuarentaitantos años, buena presencia, currículum solvente... Se valorarán las aptitudes para la autopromoción y el marketing y la capacidad para adaptarse a las modas y los gustos del público. Abstenerse cuentistas, experimentalistas y autores con excesivas pretensiones literarias.
DEMANDAS DE EMPLEO. Narrador inédito precisa editor, amante de la literatura y con espíritu de riesgo. Se ofrecen obras ambiciosas y originales. Imprescindible buena distribución y un anticipo decente.
CONTACTOS. Lector compulsivo busca novelas para relación seria y no un mero entretenimiento. Preferiblemente que hablen del mundo de ahora con un lenguaje nuevo, pero comprensible. Abstenerse bestsellers y novelas-ladrillo.
AGENCIAS LITERARIAS. Disponemos de un amplio catálogo de jóvenes novelistas dispuestos a todo con tal de ver publicada su obra. Se sorprenderá.
SERVICIOS. Se ofrece crítico aficionado y sin estudios para ensalzar novelas mediocres o masacrar a las de la competencia. Precio a convenir.
DETECTIVES. Estamos especializados en la detección de todo tipo de plagios literarios. Absoluta discreción. Aportamos pruebas.
IMPAGADOS. ¿Su editor no le liquida sus derechos como es debido? ¿Aún no le han abonado el premio de la novela que ganó el año pasado?Nosotros les mandamos un cobrador disfrazado de Don Quijote. Se hará lo que se pueda, no les garantizamos nada.
ALQUILERES. Se ofrece negro para blanquear novelas ajenas sin dejar huellas. Sólo se acepta pago en metálico.
TRASPASOS. Narrador sin talento traspasa musa exigente por no poder atender.
CASTINGS. Novelista sin imaginación busca personajes interesantes para su próxima novela. Abstenerse freakis. Se gratificará.
SALUD Y BELLEZA. Se venden manuscritos desechados de novelas históricas. Ideales para hacer pesas.
TALLERES LITERARIOS. ¿Sueña con ser novelista? Con nuestros métodos patentados y sin competencia podrá escribir una novela larga en menos de quince días. No se requiere formación previa. Éxito asegurado.


Texto de Luis García Jambrina, extraído del dossier de prensa del Atlas Literario Español de jóvenes escritores celebrado en Sevilla en junio de 2007.

29 de septiembre de 2008

Aviso a lectores navegantes

Han sido bastantes los emails de lectores que me informáis de que "El abrazo de piedra" tarda muchísimo en llegar (o ni siquiera llega) a vuestra librería habitual. Así que he decidido que os enviaré yo mismo el libro a todos los que queráis comprar un ejemplar.
Enviadme un email con una dirección postal los que estéis interesados.
No obstante, para los que vivís en Sevilla hay tres librerías en las que está disponible: Librería Araña (calle Amargura 8), Librería La Fuga (calle Conde de Torrejón, 4) y Librería Maymen (calle Recaredo, 39).

18 de septiembre de 2008

Cita en Sevilla

Este sábado se presenta en la Librería La Araña (calle Amargura) una nueva editorial que nace con el nombre de Mando Cohete. Se presentarán los dos libros que ya tiene publicados, ambos dedicados al teatro, y el próximo en salir, "Seis cuentos de Yago Moliní", un libro de relatos muy original con unas ilustraciones magníficas y unos cuentos que invitan a la reflexión, algo que siempre viene bien. Lo malo es que la dueña de la editorial encargó el prólogo a un tal Leo Mares. Nada más que desear suerte a esta nueva editorial. ¡Ánimo Concha!
Porque el que no vuela...es porque no quiere.

17 de septiembre de 2008

Conversaciones con Billy Wilder


En esta ocasión no voy a hablar sobre el sujeto que ha escrito el libro, sino sobre el objeto de ese libro, que no es otro que uno de mis directores favoritos: Billy Wilder. El libro en cuestión es Conversaciones con Billy Wilder, de Cameron Crowe y editado en castellano por Alianza Editorial en la misma colección en la que se publicó hace unos años un libro de características similares en el que Truffaut era el entrevistador y Hitchcock el entrevistado (casi nada). Se trata de una recopilación de las entrevistas que en 1998 realizó el director de películas como Jerry McGuire o Casi Famosos a un Billy Wilder que por entonces contaba ya con 92 años.

El libro es una maravilla para los amantes del cine, y claro, más aún para los aficionados a las películas americanas de los años 40 y 50 (una de las mejores épocas del cine para mi gusto) y en concreto a las películas de Wilder. Para los que no conociesen la figura de este director nacido en Austria y emigrado a Estados Unidos cuando aún era posible huir del incipiente infierno nazi (formó parte de ese grupo de directores europeos que catapultó el cine de Hollywood y entre los que estaban Ernst Lubitch –maestro de Wilder-, Elia Kazan, Frank Capra o Fritz Lang), quizás les suene su nombre porque Fernando Trueba, en los agradecimientos a su oscar para Belle Epoque como mejor película extranjera, dijo “me gustaría creer en Dios para agradecérselo pero sólo creo en Billy Wilder, así que gracias, señor Wilder”.

Algunas de sus películas siempre han estado ahí y siempre lo estarán, porque ellas se lo han ganado. Y gracias a este hombre, entre otros, la comedia alcanzó un grado de seriedad que muy bien vendría en el cine actual (véanse las comedias que salen de Hollywood). La lista de títulos brillantes en su filmografía es extensa: Con faldas y a lo loco, El apartamento, Perdición, Testigo de Cargo, Uno, dos, tres, Ariane, La tentación vive arriba, El gran carnaval, El crepúsculo de los dioses… Son muchas y geniales las películas que Wilder escribió y dirigió. Porque ante todo era escritor y guionista. Como suele suceder, se pasó a la dirección cuando se dio cuenta que nadie mejor que él iba a plasmar en la pantalla lo que salía de su cabeza, y de la de los dos principales colaboradores que tuvo a lo largo de su carrera: Izzy Diamond y Charles Brackett.

En definitiva, un libro muy recomendable para los que les guste leer el cine. Y para los que no les apasione, que directamente vean las películas de Wilder. Seguro que no les defraudará. En este caso, pasen y vean. Las risas están aseguradas.

8 de septiembre de 2008

Cuidado

"Una buena novela nos dice la verdad sobre su protagonista; y una mala nos dice la verdad sobre su autor".

Chesterton

13 de agosto de 2008

Vacances



























Pues eso, que llegaron las vacaciones. Y me voy a Formentera, a mi isla favorita. Bieeenn!
Cuídense todos mucho y que sea leve para los que tienen que trabajar.
Un abrazo fuerte!

Vuelvo en septiembre

Pd: para leer me llevo "Conversaciones con Billy Wilder" de Cameron Crowe (Alianza Editorial, 2007), las memorias de Groucho Marx, en la edición de Tusquets, colección Fábula (gracias a Alfonso, que me regaló el libro por mi cumpleaños) y "Cinco novelas cortas" de Chéjov, publicado por la editorial Alba en abril.
Ya os contaré qué tal las lecturas

2 de agosto de 2008

Encuentro con un escritor


Hay novelas que nos aburren, novelas cuyas páginas parecen de cemento de lo que cuesta pasarlas, novelas que nos entretienen, novelas que nos apasionan, novelas que nos dejan indiferentes, novelas que nos hacen pensar, novelas que nos hacen reir, o llorar, o reír y llorar. Y hay novelas que no podemos dejar de regalar, porque nos han cambiado y queremos que otros compartan esa sensación. El último encuentro de Sándor Márai es una de estas.

Hay otras novelas de este escritor húngaro (se suicidó pocos meses antes de que cayera el telón de acero) que con mucho acierto ha editado Salamandra. Pero sin duda El último encuentro es la mejor (le siguen en la clasificación La mujer justa y los dos tomos de sus memorias, Confesiones de un burgués y ¡Tierra, tierra!). Es la mejor novela sobre la amistad que yo conozco. Hay frases memorables, que le hacen a uno reflexionar (¿os acordáis de cuando el ser humano reflexionaba?). Es uno de esos libros que no le dejan a uno abandonar el lapicero, porque a cada momento se quiere subrayar una frase o remarcar un párrafo entero.

La historia que cuenta es la de una vieja amistad entre dos hombres que durante muchos años han dejado de verse. ¿Por qué? Eso es lo que cuenta la novela, el reencuentro después de tanto tiempo, las sensaciones que tiene el protagonista (uno de los dos hombres) antes, durante y después de ese reencuentro. Los recuerdos de toda una vida y de toda una historia oculta que cualquiera de nosotros podría vivir.

Los intereses en común pueden producir situaciones humanas que se parecen a la amistad.

¿Qué valor tiene una amistad si sólo amamos en la otra persona sus virtudes, su vitalidad, su firmeza?¿Qué valor tiene cualquier amor que busca una recompensa?

Tenemos que conformarnos con lo que somos, y ser conscientes de que a cambio de esta sabiduría no recibiremos ningún galardón de la vida […] Tenemos que soportarlo, este es el único secreto. Tenemos que soportar nuestro carácter y nuestro temperamento, ya que sus fallos, egoísmos y ansias no los podrán cambiar ni nuestras experiencias ni nuestra comprensión. Tenemos que soportar que nuestros deseos no siempre tengan repercusión en el mundo.

17 de julio de 2008

El Max Estrella original

A ALEJANDRO SAWA

Epitafio

Jamás hombre más nacido
para el placer, fue al dolor
más derecho.
Jamás ninguno ha caído
con facha de vencedor
tan deshecho.
Y es que él se daba a perder
como muchos a ganar.
Y su vida,
por la falta de querer
y sobra de regalar, fue perdida.
Es el morir y olvidar
mejor que amar y vivir.
Y más mérito el dejar
que el conseguir.

2 de julio de 2008

Galeano, historias de la Historia


Hay un libro que me impactó en su momento, cuando me lo descubrieron. Es El libro de los abrazos, del uruguayo Eduardo Galeano. Desde entonces, desde que me atrapó, no he dejado de recomendarlo o regalarlo a los amigos. Creo que es un libro imprescindible para conocer la situación sudamericana (junto a Las venas abiertas de América Latina). Y ahora Galeano nos regala un nuevo libro (salió a la calle en abril, conjuntamente en España, México y Argentina), Espejos. Subtitulado Una historia casi universal, el libro nos abre los ojos a la otra Historia, la menos conocida, la que no quisieron contarnos o nos contaron manipulada. La Historia del olvido. A través de unas seiscientas historias cortas, el autor uruguayo abofetea a todos los que creen que el progreso abarca todos los rincones del planeta, ya que al terminar de leer cada una de las historias, uno se da cuenta de la gran injusticia que ha reinado en el mundo, que reina aún y lo que es peor, que reinará si no lo remediamos. Y este libro puede ayudarnos, porque para solucionar un problema lo primero es reconocerlo. Para cambiar el futuro hay que conocer el pasado, los errores, los aciertos. No importa el problema, importa la solución. Leamos pues. Y solucionemos, o intentémoslo. O al menos no vayamos por ahí enorgulleciéndonos de un progreso que no es real (porque no es completo).

Argos fue el nombre de un gigante de cien ojos y de una ciudad griega de hace cuatro mil años. También se llamaba Argos el único que reconoció a Odiseo cuando llegó, disfrazado, a Ítaca. Homero nos contó que Odiseo regresó, al cabo de mucha guerra y mucha mar, y se acercó a su casa haciéndose pasar por un mendigo achacaso y haraposo.Nadie se dio cuenta de que él era él. Nadie salvo un amigo que ya no sabía ladrar, ni podía caminar, ni moverse siquiera. Argos yacía, a las puertas de un galdón, abandonado, acribillado por las garrapatas, esperando la muerte. Cuando vio, o quizás olió, que aquel mendigo se acercaba, alzó la cabeza y sacudió el rabo.

Están allí, pintadas en las paredes y en los techos de las cavernas. Estas figuras, bisontes, alces, osos, caballos, águilas, mujeres, hombres, no tienen edad. Han nacido hace miles y miles de años, pero nacen de nuevo cada vez que alguien las mira. ¿Cómo pudieron ellos, nuestros remotos abuelos, pintar de tan delicada manera? ¿Cómo pudieron ellos, esos brutos que a mano limpia peleaban contra las bestias, crear figuras tan llenas de gracia?¿Cómo pudieron ellos dibujar esas líneas volanderas que escapan de la roca y se van al aire?¿Cómo pudieron ellos…?¿O eran ellas?

Los judíos, los cristianos y los musulmanes veneran a la misma divinidad. Es el dios de la Biblia, que responde a tres nombres: Yahvé, Dios y Alá, según quien lo llame. Los judíos, los cristianos y los musulmanes se matan entre sí diciendo que obedecen sus órdenes. En otras religiones los dioses son o han sido muchos. Numerosos olimpos hubo y hay en Grecia, en La India, en México, en Perú, en Japón, en China. Y sin embargo, el dios de la Biblia es celoso. ¿Celoso de quién? ¿Por qué le preocupa tanto la competencia, si es el único y el verdadero?

Podéis verle hablando sobre este libro en El Público Lee: aquí




23 de junio de 2008

Crónica de una presentación anunciada






Posiblemente la tarde más calurosa de este verano siempre empeñado en tomarle la delantera al calendario. En la puerta de La Casa del Libro, el lugar del crimen, temblor de piernas, literal. Pronto se pasó. Subí hasta la cuarta planta y entré en una sala rectangular que me recordó el interior de una sauna, sólo que en esta ocasión el calor le cedía el paso al aire acondicionado, que se encargó de enfriar las dudas y los miedos que conlleva toda primera vez. La sala estaba vacía, en silencio, únicamente roto por la voz de la encargada de la organización (gracias por la charla). Poco a poco fue llegando gente, caras conocidas (conocidas por mí), y eso me tranquilizó. El ambiente era bueno. Me senté en la mesa. Ahí estaban, en primera fila, mi madre y mi musa, las dos mirándome orgullosas. Y junto a ellas y detrás, buena gente, amigos, compañeros del trabajo (gracias a todos, chicos). Éramos unos treinta (les contó mi madre, luego me lo dijo). El encargado de presentar el libro comenzó su discurso. Buenas palabras, alabanzas exageradas hacia el escritor, que agradecido trataba de sonreír. Luego vino el test de Proust. Aplausos. Después llegó el turno del autor, de Leo Mares. Entonces me di cuenta: Leo Mares era yo. Un breve discurso y un cuento leído, El fusilamiento. Aplausos y final. Me sentí liberado, y contento. Llegó el turno de las firmas. Me quedé apenas a unos miles de firmas de Ken Follet, diez minutos más y lo dejo a la altura del betún. Luego una copita de cava, en la azotea, para refrescar felicitaciones y enhorabuenas. Fotos y más fotos. Me acordé de todos los Batakatos, hubiera sido increíble ver allí sus caras. Y de repente, igual que había empezado, todo terminó, y la presentación llegó a su fin.

Gracias a todos los presentes por acompañarme en el sueño. Y a los ausentes, invitados quedan para la próxima. Ahora el libro tiene que convivir solo, hacerse mayor. Envejecer con la mayor dignidad posible. Desde aquí te deseo suerte, hijo mío.

6 de junio de 2008


PRESENTACIÓN DEL LIBRO
SEVILLA
Jueves 19 de junio
20 horas
Casa del Libro
c/Velázquez-8

26 de mayo de 2008

¡NUEVO LIBRO!












EL ABRAZO DE PIEDRA
Editorial Alhulia, 2008
141 páginas
Género: cuento
12 euros
ISBN: 978-84-96641-91-4



Casi sin tiempo para digerir el primero, ya está en la calle mi segundo libro, aunque yo lo llamo mi “segundo primer libro”. Porque es el primero que va a distribuirse en librerías y el primero que voy a tener que presentar (pánico me da). Las ciudades en las que lo presentaremos serán SEVILLA, GRANADA, MÁLAGA Y ALMERÍA. Las fechas las anunciaré próximamente, en cuanto me informe la editorial.

Además de en las presentaciones podéis comprarlo en vuestra librería favorita. Os doy la lista de distribuidoras que me ha pasado la editorial, por si os la pide vuestro librero: COMUNIDAD DE MADRID (Egartorre), ANDALUCÍA (Azeta), COMUNIDAD VALENCIANA (Dislice), CATALUÑA (Pubillibros) y ARAGÓN y NAVARRA(Icaro). No obstante, si hubiera algún problema, que la librería lo pida directamente a la editorial. Y lo mismo, claro, para EL RESTO DE COMUNIDADES que no aparecen en la lista anterior: que la librería lo pida directamente a la editorial. Cualquier problema, no obstante, me lo comunicáis. Y para todos los que vivís en esas BELLAS TIERRAS SUDAMERICANAS, que sois muchos de mis lectores, la editorial me ha comentado que se lo pidáis a ellos a través de la página web (
http://www.alhulia.com/)

Estoy muy contento con el libro. Está muy bien editado. Y qué bien huele… Incluye treinta cuentos, los que publiqué en Los cuentos de Leo Mares más catorce nuevos. Con una tirada mayor que la anterior (ya agotada), 1200 ejemplares.

Espero que os guste. Aguardo impaciente vuestras críticas y comentarios.

Un abrazo a todos

Y muchas gracias por estar ahí.

20 de mayo de 2008

Caligrafía (juego)


Me gustó este juego que encontré en el blog La calavera bajo la piel

Estas son las instrucciones:
1. Tomar una nota escrita de tu puño y letra y hacer una fotografía o escanearla.
2. Hacer un post con ella titulado Caligrafía (juego).
3. Indicar las bases del juego para que puedan participar más blogueros. Y enlazar al post original

Ahí va mi caligrafía.

7 de mayo de 2008

El gozo de escribir

El patrono nos da un sueldo a cambio de nuestro tiempo. El tiempo es la mercancía de mayor valor que un ser humano tiene para ofrecer. Intercambiamos el tiempo de nuestra vida por dinero.
El escritor se detiene en el primer paso, el propio tiempo, y le atribuye un valor aún antes de recibir a cambio dinero. El escritor tiene muchísimo aprecio a su propio tiempo, y no tiene tanta prisa por venderlo. Es como heredar un terreno familiar. Este terreno siempre ha pertenecido a la familia, desde tiempo inmemorial. Viene alguien y ofrece dinero para comprarlo. El escritor, si es listo, jamás vendería. Sabe bien que, una vez vendido el terreno podría incluso comprarse un segundo coche. Pero ya no tendría un lugar donde refugiarse, ya no tendría un lugar donde soñar.
Dentro de nosotros existe una persona a la cual no se le puede meter prisa, una persona que necesita tiempo y nos impide entregarlo todo. Esa persona necesita un sitio a donde ir, y nos obliga a mirar los charcos sobre la lluvia, casi siempre sin sombrero, a sentir las gotas que caen sobre nuestra cabeza.

NATALIE GOLDBERG, El gozo de escribir.

26 de abril de 2008

Un poquito de Pessoa


El espíritu humano tiende naturalmente a criticar porque siente, y no porque piensa.

Yo de día soy nulo, y de noche soy yo […] La gloria nocturna de ser grande no siendo nada […] Ser nuevo en cada madrugada.

El mal de la vida, la enfermedad de ser consciente.

Sufrí siempre más con la conciencia de estar sufriendo que con el sufrimiento del que tenía conciencia.

Mi pasado es todo aquello que no conseguí ser.

Todo lo que sabemos es una impresión nuestra. Y todo lo que somos es una impresión ajena.


Libro del desasosiego, Fernando Pessoa

26 de marzo de 2008

REFUNDACIÓN DEL BLOG

Queridos lectores:

Antes de nada quiero daros las GRACIAS a todos los que me habéis comprado un ejemplar (o varios, o muchos, que ha habido casos…¡Viva Barry&Terry!) de El abrazo de piedra. Espero que el libro os guste y os aporte algo y sobretodo, que os haga disfrutar con su lectura. Ya sabéis, si os gusta, recomendad.
Después quiero pedir disculpas por lo que se está demorando la PRESENTACIÓN del libro. Pero es algo que no depende de mí. Aún así, con miedo, me atrevo a decir que la presentación tendrá lugar a lo largo del mes de abril. Informaré puntualmente para que podáis acercaros todos los que podáis o queráis.
Por otra parte, he decidido que voy a refundar el blog. Como veis incluso he modificado el título. A partir de ahora, en lugar de publicar cuentos (que alguno caerá aún así) compartiré con vosotros textos –propios o ajenos-, citas, opiniones, lecturas, recomendaciones, cualquier cosa que tenga que ver con la literatura. Que el blog se convierta en un lugar donde los que nos gustan los libros podamos disfrutar, aunque sea un ratito. Y también un espacio en el que recoger vuestras críticas sobre el que, por ahora, es mi único libro. En definitiva, un lugar para compartir con los miles de lectores (si no más) que venían reclamándome esta refundación. Espero que os guste y participéis con vuestros comentarios
Un abrazo fuerte


Para empezar, un texto de Soledad Puértolas, extraído de “La vida oculta”, un libro que recomiendo a todo aquel que le guste escribir:

«¿Cómo una imaginación que se resiste a elevarse cuando está rodeada de personas, se vuelve etérea y vuela cuando no hay nadie, cuando la soledad no supone abandono sino placer? Las personas, el auditorio, me coartan y en lugar de intentar seducirlas lo único que deseo es huir de ellas; y allí, en la soledad, sin testigos ni espías ni juicios, me siento libre y mi imaginación se hace audaz».